Tal
vez por haber sido escritas en el periodo (entre 1959, y 1968) más
feliz de la vida de Milan Kundera, según sus propias palabras, estas
narraciones son las más alegres, las más seriamente desvergonzadas y las
más reflexivamente divertidas de su obra. La farándula de personajes
hedonistas que desfila aquí ante nosotros en busca de los juegos
múltiples y contradictorios de la amistad, el amor y el sexo no puede
sino incitar a la risa, atrapados como están en el mundo loco de
severidad, hermetismo e inquisición que les rodea. Una risa auténtica,
traviesa ; un humor sabio, sagaz y gozador, al que ya nos tiene
acostumbrados el autor de La insoportable levedad del ser.
Kundera marcó mi adolescencia. No se pierdan este libro.
ResponderEliminarMarcos